
Hoy celebramos la diversidad, la inclusión y el valor de cada persona.
Ellos no necesitan demostrar nada, porque ya son parte de esta sociedad como cualquier otra persona. Con sus sueños, su esfuerzo y su alegría, rompen estereotipos y nos enseñan que la verdadera inclusión ocurre cuando dejamos de ver diferencias y empezamos a ver personas.
Porque la inclusión no es un favor, es un derecho.
Porque no se trata de capacidades, sino de oportunidades.
Hoy y siempre, celebremos la igualdad.